Lengua materna / Mother tongue : Gloss 1

Lengua materna / Mother tongue

Historias mínimas

Nací y crecí en tierras australes que fueron habitadas por Selknams, Yaganes y Kawéskar; en una ciudad donde no había teatro. Tengo un apellido Mapuche pero no hablo la lengua de mis ancestros.

Me encantaría soñar en mapuzungun e imaginar futuros posibles junto a mi hijo en dicha lengua.

Sin embargo, hace dos noches muchos hombres salieron a las calles creyéndose dioses y quisieron repetir la horrible historia de nuestro pueblo; emulando a los conquistadores, armados con palos y piedras, arremetieron contra dirigentes Mapuches que hasta el día de hoy luchan por sus derechos.

¿Qué hacemos con tanta miseria? ¿cómo sobrevivimos a tanto nacionalismo barato? Han pasado siglos en los que los poderosos han contado y tergiversado la historia y ya no basta con imaginar. Es tiempo de contar todas esas historias mínimas que aún no han sido contadas. Entonces ya no seremos espectadores de la historia de unos pocos, sino que seremos protagonistas de la historia que queremos.

Hace varios años un sabio dramaturgo chileno escribió a propósito de Chile: “un infierno que se sostiene a fuerza de milagros, una esperanza seca que perdura”…  creo que esta expresión nos hablaba de cómo lo imposible puede sobrevivir a fuerza de amor. Una característica que ha marcado al teatro por décadas en muchos países, es su condición de ser un espacio que nadie entiende cómo se mantiene en pie, sino es por la convicción de quienes en él se desempeñan. 

De esta manera, en un mundo atravesado por una pandemia, llenos de incertidumbres y dictaduras disfrazadas de democracia, me atrevo a convocar desde la convicción que me da el amor a nuestro oficio para que no imaginemos teatros sino que los creemos y los multipliquemos.

Nacen teatros donde se escuchan y recuperan las lenguas de nuestros pueblos indígenas. Al otro lado de la montaña nacen teatros que cuentan la historia de nuestros ancestros que no fueron héroes. En una serie de islas perdidas en el mar nacen teatros amateurs, de barrios, de comunidades migrantes, de sobrevivientes de todas las batallas posibles de esta travesía llamada vida.  

El teatro es nuevamente un lugar de reunión y de reflexión no sólo para las élites, sino para todas y todos. De esa historia es de la que quiero ser parte junto a mi hijo. 

Me atrevo a invitar a tod@s a esta re-construcción postpandémica, que sea el teatro el lugar de las historias mínimas, un lugar cuya brújula sean las palabras: Amor, Respeto y Comunidad. 

dedicado a Frie Leysen

 

 

 

Small Stories

I was born and grew up in southern lands that were inhabited by the Selk’nam, Yaghan y Kawésqar peoples, in a city where there was no theater. I have a Mapuche last name but I do not speak the language of my ancestors.

I would love to dream in mapuzungun and, in that language, imagine possible futures with my son. 

However, two nights ago, many men went out into the streets believing themselves gods. They wanted to repeat our country’s horrible history, emulating conquistadors, armed with sticks and rocks, attacking Mapuche leaders that are still, to this day, fighting for their rights.

What do we do with so much misery? How do we survive all this cheap nationalism? Centuries have passed in which the powerful have told and twisted history, and now, imagining is not enough. It’s time to tell these small stories that still have not been told. Then, we will no longer be spectators of the history of a few but rather protagonists of the story we want. 

A few years ago, a wise Chilean playwright described Chile as “a hell that sustains itself by the strength of miracles, a withered hope that endures….” I think that this articulates how the impossible can survive through the strength of love. One trait that has marked theater in many countries, across decades, is its ability to survive against all odds, through the belief of those who make it.

In this way, in a world permeated by pandemic, full of uncertainties and dictatorships disguised as democracies, I call on us not to imagine theatres, but rather create and multiply them.

Theaters will be born in which we listen to and revive the language of our indigenous peoples. On the other side of the mountain, theaters will be born that tell the story of our ancestors who were not heroes. In a series of lost islands in the sea, amateur theaters will be born — those of neighborhoods, of migrant communities, of survivors of all the possible battles of this journey called life.

The theater will once again be a place of meeting and reflection not only for the elites but for everyone. This is the history that I want to be part of, together with my son.

I dare to invite everyone to this post-pandemic reconstruction. Let theater be the place of these small stories, a place guided by the words: Love, Respect, and Community.

Dedicated to Frie Leysen.

Translation by Alexandra Ripp.

 

 

 


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